El Mítico Benfica | #32 | Una noche perfecta del Benfica Europeo

La increíble victoria frente al Atlético de Madrid.

Boletín en español dedicado al incomparable Sport Lisboa e Benfica.

Foto: SL Benfica

Como en cualquier gran club con muchos aficionados, es fácil pasar de la euforia a la depresión y de la depresión a la euforia con gran facilidad y aún mayor rapidez. El Benfica vive esta situación con bastante frecuencia. Si el inicio de la temporada vivíamos en la depresión, lo vivido el pasado miércoles nos deja en las nubes. Fue probablemente uno de los momentos más brillantes del Benfica Europeo en los últimos 20 años. Solemos decir que ni éramos los peores hace un mes, ni ahora somos los mejores del mundo. Pero es normal que los últimos días nos hayamos sentido especialmente felices: si bien es cierto que el Atlético de Madrid no estuvo a su mejor nivel, el Benfica mostró la mejor versión posible de sí mismo, y no se puede pedir más. Y así estaremos más cerca de ser felices. Si me dijeran, antes del partido, que el Benfica iba a empatar, me alegraría, lo confieso. El Atlético es uno de los grandes de España y de Europa, con un entrenador que da resultados (ha ganado trofeos europeos y nacionales) y que tiene un mensaje claro, y esta temporada ha invertido bastante en su plantilla. El escenario no era fácil, pero el Benfica hizo lo que, a lo largo de nuestra historia, nos hizo gigantes: convertir las debilidades en fortalezas y no tener miedo. Y funcionó.

Todos los jugadores estaban al más alto nivel. Carreras jugó su mejor partido con la camiseta del Benfica; el mejor Aursnes parece estar volviendo; Di María es... Di María... Pero el gran triunfador del partido fue Bruno Lage: preparó al equipo con la precisión de un relojero, supo adaptarse al rival y a las circunstancias. Todas cosas que Schmidt no nos ofrecía.

Tuve la suerte de ver el partido en el estadio. No recuerdo un ambiente tan electrizante. Si el equipo quería jugar bien y ganar, el público captó rapidamente esa energía y apoyó al equipo con una dinámica extraordinaria. No recuerdo haber visto tantas sonrisas en las gradas. No recuerdo haber sentido un ambiente de auténtica felicidad como el del 2 de octubre. Abracé y fui abrazado por personas que no conozco, pero que forman parte de mi familia, la familia benfiquista.

No tengo ni idea de cómo será la temporada del Benfica a nivel nacional o europeo. Seguramente tendremos momentos buenos y malos, lo que es normal. Pero el miércoles vimos a un Benfica que mostró un progreso notable con tan poco tiempo para entrenar. Todo lo que tenemos que hacer es trabajar duro y con humildad para que noches como la del miércoles sean cada vez más la regla y no la excepción.