El Mítico Benfica | #30 | No hay una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión: el regreso de Bruno Lage

Boletín en español dedicado al Sport Lisboa e Benfica.

Los últimos días han sido difíciles. El cambio de entrenador nunca es un proceso fácil, especialmente para la afición que discute y desespera por el nombre del nuevo hombre "que nos va a devolver la esperanza". Verdad que la salida de Roger Schmidt ya se esperaba - y no dudo en decir que la gran mayoría de los benfiquistas la quería - pero hay siempre estrés en estos momentos. Y ese nerviosismo aumenta cuando echas a un entrenador en la cuarta jornada y con una plantilla hecha sólo para él. Pero ¿y ahora? ¿Cuál es el entrenador que quiere asumir esa responsabilidad? ¿Quién querrá entrar en un club que tiene una gestión del fútbol que simplemente no se entiende? ¿Quién quiere estar en un club que cree hacerlo todo bien e insiste en las mismas soluciones para los problemas de siempre? La verdad es que la llegada de Lage huele a desespero: las invitaciones eran rechazadas y el Benfica apostaba en la única solución que, aparentemente, estaba disponible - una solución más de Jorge Mendes. Que quede muy claro: Lage es muy buena persona y un buen entrenador, pero no podemos fingir que no hay un pasado con Lage. El "setubalense" salió del Benfica de una forma fea, quizá injusta, acosado por los periodistas y los directivos del club (algunos se mantienen ahí) que, hace años, querían el regreso de Jorge Jesus - cualquier semejanza con la actualidad no es coincidencia. La misma forma de trabajar, las mismas soluciones y los problemas de siempre. Así es el Benfica.  

Lage tiene varios problemas: a pesar de un fantástico primer año, la gente sólo se acordará de lo malo, lo que significa que no tendrá mucho margen para equivocarse o los fantasmas del pasado volverán (¿os acordáis cuándo jugaba con el segundo equipo en las competiciones europeas?); como no es una novedad, no generará esa expectativa y esa energía importante en una fase como esta; y no ha sido, claramente, la primera opción del Benfica. Pero también tiene ventajas: conoce el club y la liga; no tiene nada que perder - la responsabilidad del fracaso será sobre todo de Rui Costa; y tiene una plantilla mucho mejor que la que tenía hace 4 años, con opciones interesantes en el equipo B. 

Le faltó a Rui Costa lo que falta al Benfica de las últimas décadas: visión, estrategia y audacia. El apoyo de los benfiquistas difícilmente faltará. Que la felicidad de Bruno Lage sea la nuestra también. A por el 39.